viernes, 27 de diciembre de 2013

La Gaceta cierra y recuerdo una anécdota personal

El cierre de La Gaceta ha activado ese extraño mecanismo que es la memoria, haciéndome recordar que, hace años, se publicó en ese medio una noticia que hacía referencia a una tertulia que cofundé. El texto obviaba parte de la realidad para justificar un titular que complementaba otra información más amplia dedicada a uno de los miembros de dicha tertulia, haciendo conjeturas sobre su filiación política.

Con una simple llamada a los participantes en esas reuniones -de diversos perfiles ideológicos- se podría haber confirmado que, por ejemplo, junto a esos invitados que se citaban (en la imagen), también participaron otros como Gabriel Elorriaga, por entonces subdirector del gabinete de presidencia del gobierno del Partido Popular. Tanto yo como otros miembros de la tertulia sentimos que se nos utilizaba para dañar a un compañero, poniendo en práctica la máxima de "no dejes que la verdad te estropee un buen titular". 

Por supuesto sería absurdo juzgar la calidad periodística de ese medio por este hecho aislado, dejo eso a los que fueron sus lectores. Pero me pregunto si esta práctica profesional se pudo extender demasiado en las páginas de La Gaceta hasta el punto de comprometer su credibilidad, factor éste esencial en el negocio de la información. De ser así, sería bueno que otros medios tomaran  nota de lo sucedido con este diario.

Fragmento de la información publicada en La Gaceta el 12/11/2009

En fin, vuelvo al presente para expresar toda la solidaridad con trabajadores que, en los últimos meses, han vivido una situación muy dura. Más allá de la anécdota comentada en este post, de La Gaceta también me queda el recuerdo de los excelentes profesionales que trabajaron en esa redacción tanto en su última época como en la anterior, bajo el nombre de La Gaceta de los Negocios. A algunos de ellos les considero amigos y, por cerrar el círculo de este texto, participaron en la tertulia que citaba en el primer párrafo.