martes, 31 de diciembre de 2013

Smartphones en las portadas de The New Yorker

En su número de enero de 2014, The New Yorker, nos vuelve a deleitar con una espléndida portada, en esta ocasión obra del artista Chris Ware. Su ilustración contempla, con el escepticismo habitual del autor, un asunto al que dedico todo mi tiempo de trabajo y buena parte del personal: el de las telecomunicaciones y su impacto en nuestra vida cotidiana. Su publicación en una de las más prestigiosas revistas internacionales relaciona, además, este mundo con el del periodismo y la comunicación corporativa, mi campo de especialización profesional e intelectual.  Por si fuera poco, creo yo que, a través de su mirada, también plantea el autor una reflexión sobre el devenir de la ciudadanía en la sociedad de la información y el conocimiento, al que tantas líneas he dedicado en este blog.


Por todas estas razones, me ha picado la curiosidad y ésta me ha llevado a rastrear en Google la huella de las telecomunicaciones -representadas por los smarphones o tabletas, omnipresentes en nuestra realidad líquida- en las portadas de The New Yorker, obteniendo los resultados que incluyo a continuación, en orden estético y no cronológico. 

Empiezo por una portada del año 1961, que humaniza lo que entonces era el incipiente desarrollo de la tecnología que dio paso a este futuro que somos nosotros, pasado a partir de ya. 

Seguro que el resto de la selección es incompleto pero todas las portadas que incluyo me entusiasman por distintos motivos, ya sea por su belleza, su sentido del humor o porque plantean interrogantes sobre el uso de la tecnología que nos debería unir y, con frecuencia, nos separa. Si queréis compartir alguna otra ilustración, por favor, hacedlo en los comentarios.




Como homenaje al personaje que protagoniza la última portada recupero la versión que, de otra clásica de The New Yorker, realizó otra histórica revista -Mad- a raíz del caótico lanzamiento de Apple Maps.


En esta línea humorística y crítica se enmarca la imagen del presidente de EE.UU hablando por algo así como un "protosmartphone" en otra celebrada portada.


Y finalizo con una última imagen que, en realidad, no es una portada sino una reinterpretación del personaje de Eustace Tilley -símbolo de esta publicación- realizada por un artista para el concurso que convoca, con tal propósito, The New Yorker.


Actualización: El periodista de El Mundo, Alberto D. Prieto me envía estas dos imágenes en las que plantea cierta similitud entre la última portada de The New Yorker y una anterior, también extraordinaria, publicada por el suplemento Metrópoli en Mayo de 2013. Juzguen ustedes.