Me entrevistaron en BytePr, una red social para profesionales de la comunicación, y aquí os dejo el resultado por si os interesa.
En algunas entrevistas mencionabas que los directores de
comunicación de hoy en día tenían que funcionar como un director de un
medio. ¿Qué es lo que les está faltando a los Dircoms actuales?
En general –y siempre es injusto generalizar- creo que a los Dircoms
actuales les falta coraje para plantear a sus organizaciones la
transformación de tradicionales inercias que, aunque de menguante
eficacia, aún resultan útiles en ciertos entornos corporativos.
Pero hay
que entenderlo: apenas han superado la habitual incomprensión sobre su
labor cuando tienen que empezar a plantear que ésta debe cambiar para
resultar más provechosa para los intereses de la organización para la
que trabajan. Además, mi sensación es que a los profesionales de la
comunicación –no sólo a los Dircoms, que son una mínima parte de éstos-
les está costando reciclarse y adquirir el conocimiento necesario para
asegurar el valor de su aportación como profesionales a la empresa del
futuro.

Las empresas siguen necesitando a los medios tradicionales para
construir su reputación, si bien es cierto que la tecnología permite que
estos intermediarios puedan convivir con soportes de desintermediación
corporativos que, atendiendo a necesidades concretas de comunicación,
podrán suplantar o, mejor, complementar a los soportes al uso.
En cuanto
al espacio para desarrollar estas iniciativas, dependerá del interés de
los contenidos de las empresas quieran difundir y su capacidad para
atraer el interés de sus audiencias. Un reto apasionante para los
comunicadores.
¿Una pyme tendrá la fuerza y los recursos para competir con
una gran compañía, la cual tiene más recursos para generar contenido y
atraer la atención de sus públicos?
Los contenidos y, más allá de ellos, la capacidad de una compañía
–sea pyme o gran empresa- para conectar con sus públicos, son
herramientas para tratar de reforzar su posición en el mercado. Se trata
de hacer una apuesta cuyo éxito dependerá del uso cabal de la
tecnología para difundir mensajes de interés. Es una oportunidad más de
supervivencia en mercados cada vez más competitivos y me parece una
insensatez cerrar la puerta a las oportunidades porque no sobran.
En cuanto a los diferentes recursos con los que cuentan compañías de distinto volumen, a veces se pueden igualar cuando se pone en juego un recurso de gran valor pero de precio asequible, a veces incluso demasiado: el talento.
¿Nos podrías mencionar algún libro relacionado con la comunicación que te haya marcado?
Confieso que leo pocos libros de comunicación y el que más me impactó
en su día es un clásico: “Propaganda”, de Edward Bernays. Muy poco
moderno, de mucho antes de la irrupción de lo social digital que,
demasiado a menudo, parece fin y principio de nada. Sobre este fenómeno
recomiendo “La trampa de las redes sociales”, de B.J. Mendelson, muy
divertido.
En los últimos días hemos visto como los directores de los
principales medios nacionales han dejado sus cargos. ¿Qué opinas de
cómo han tratado los propios medios las noticias que les afectan?
Yo me informé sobre esos cambios a través de medios nacidos en
Internet o de las redes sociales, también siguiendo cuentas de algunos
de los trabajadores de esos medios de información. De nuevo las redes
fueron más eficaces para retratar la inmediatez que los medios que, a
posteriori, hicieron sus análisis y valoraciones. El proceso me pareció
significativo sobre el actual papel de los medios tradicionales.
¿Nos puedes recomendar tres blogs que leas con frecuencia?
Leo muchos blogs y pocos de comunicación que suelen ser muy
endogámicos, incluyendo el mío. Prefiero no citar ninguno porque no
descubriré nada nuevo y no quiero quedar mal con amigos que suelen ser
generosos conmigo.
¿A qué blogger del sector te gustaría que entrevistemos?
Yo no entrevistaría a muchos blogueros del sector para entender el
entorno en el que nos movemos y tratar de vislumbrar el futuro que nos
espera como profesionales de la comunicación. Me interesaría más por
expertos en tecnología, sociología, antropología, arte, videojuegos,
manejo y visualización de datos, música, etc.. O miraría por la ventana.
Siento ser tan ambiguo pero es que buena parte de lo que creo saber
sobre comunicación lo aprendí en el circo, como conté en mi blog. Y allí
no había comunicadores, solo gente que comunicaba.