miércoles, 25 de marzo de 2015

Paella Monstruo: un gran libro de un gran amigo



Ha presentado mi querido Pablo Francescutti su primer libro de ficción, una colección de relatos que se desarrollan a ambos lados del Atlántico –Pablo es uno de esos argentinos que abandonaron su país a raíz de la gran crisis económica de finales de los 80- en los que nos narra, con una rica prosa a caballo entre el español latinoamericano y el castellano, sorprendentes peripecias protagonizadas por personajes en tránsito, geográfico e interior.

Recomiendo vivamente la lectura de su “Paella monstruo”, así como de otros textos que podéis encontrar en su blog, en los que vuelca su conocimientos en áreas tan diversas como la antropología, sociología, semiótica de la cultura, la comunicación científica, la dimensión social del tiempo.. o, como él mismo dice, “lo que caiga”.

En la presentación de su nueva aventura narrativa, habló Pablo de anécdotas  y situaciones que yo conocía de primera mano pues nuestra relación dura ya más de 20 años.

Esta amistad –como todas las mías- es más larga en años que en minutos, más de llamadas telefónicas que de sosegados encuentros alrededor de una mesa, pero no por ello el sentimiento es menos intenso.

A Pablo le quiero y le admiro desde nuestros primeros encuentros como periodistas científicos –él, en el diario Sol; yo, en ABC- que, poco a poco, se fueron transformando en conversaciones frente a la barra de cualquier bar y, finalmente, en confidencias personales, discusiones políticas, debates sobre cine, literatura, mujeres…En definitiva, en amistad.
 
Pero no penséis que mi juicio sobre su libro está determinado por esta circunstancia.

“Paella monstruo”, cuyos primeros borradores me dio a leer su autor hace años, es un libro que recomiendo porque es sorprendente, muy divertido y de una gran riqueza literaria, que se plasma en recursos inesperados y originales descripciones –ojo a esa Catedral de Notre Dame transformada en un gigantesco insecto que proyecta su sombra sobre el Sena-.

Así pues, os invito a conocer a Pablo a través de sus relatos. Tanto el uno como los otros no os defraudarán. A mí no lo ha hecho nunca.