Leemos estos días informaciones
sobre la posible venta del diario 5 Días al Grupo Heraldo o a los inversores
que han fundado el periódico digital Bez.es. De
los dos candidatos a hacerse con el decano de la prensa económica española me llama
la atención, por lo que puede tener de metáfora del momento que vive el
periodismo, el interés de Bez.es, un nuevo soporte de cuyo reciente nacimiento dimos cuenta en
este blog con
una entrevista a uno de sus directores.
Hace años escribí
en Expansión un artículo en el que, en medio del entusiasmo por lo digital,
me atreví a reivindicar la importancia de la prensa de papel afirmando que –y perdón
por la autocita- “es
pronto para firmar el acta de defunción de ese papel que nos ensucia los dedos
de tinta cuando tomamos nuestro café de la mañana. Y esto es así porque algunos
de los principales objetivos de la comunicación no publicitaria que se persigue
a través de dichos medios se apoyan, hoy como ayer, en soportes de audiencia
limitada que impactan sobre personas o grupos de personas que toman decisiones
que afectan a la actividad de empresas o instituciones o que influyen en ellas.
Público informado e informante que, ya sea en su versión impresa o a través de
smartphones o tablets, siguen siendo fieles a la prensa tradicional”.
“Grandes
empresas e instituciones –explicaba entonces- aún entienden que la comunicación que, más
allá de la venta o el impacto masivo, busca influir y construir una buena
reputación corporativa entre públicos de especial interés, tiene escasa cabida
entre el ruido que se deriva del frenesí digital”.
Parece ser que los
inversores de Bez.es comparten esta idea y, en este debate entre el #nohacefaltapapel
y #hacefaltapapel
se decantan por lo que, para mí, es la postura más inteligente:
#aveceshacefaltapapelyotrasno. Visto así, el movimiento aportaría una presencia
en los quioscos tradicionales a un medio digital aún por consolidarse al mismo tiempo que éste podría
aportar nuevos bríos a la trayectoria de 5 Días
en internet.
¿Y todo ello con qué objetivo? Mayor capacidad de influencia a través de una cabecera de reconocido prestigio, diversificación de fórmulas para monetizar la información y acceder a los públicos de interés, aprovechamiento de sinergias comerciales, quizás algún tipo de acuerdo con el grupo PRISA…
No sé, en todo caso lo que espero es que, sea cual sea el desenlace de esta operación, el comprador final del diario sea capaz de reconocer la excepcional calidad de su plantilla de profesionales que, contra viento y marea, llevan años publicando un medio en el que el rigor periodístico es la norma. Periodistas que día a día superan las dificultades del medio –en buena medida comunes a todo el sector- apoyándose en una vocación de servicio y profesionalidad incuestionables.
¿Y todo ello con qué objetivo? Mayor capacidad de influencia a través de una cabecera de reconocido prestigio, diversificación de fórmulas para monetizar la información y acceder a los públicos de interés, aprovechamiento de sinergias comerciales, quizás algún tipo de acuerdo con el grupo PRISA…
No sé, en todo caso lo que espero es que, sea cual sea el desenlace de esta operación, el comprador final del diario sea capaz de reconocer la excepcional calidad de su plantilla de profesionales que, contra viento y marea, llevan años publicando un medio en el que el rigor periodístico es la norma. Periodistas que día a día superan las dificultades del medio –en buena medida comunes a todo el sector- apoyándose en una vocación de servicio y profesionalidad incuestionables.