viernes, 14 de agosto de 2015

Comunicación política y nudos de corbata

“La gente de hoy es tan absolutamente superficial que no entiende la filosofía de lo superficial”, escribió Oscar Wilde en su obra Una mujer sin importancia, en la que uno de los personajes –Lord Illingworth- afirma con rotundidad que “un buen nudo de corbata es el primer paso serio en la vida”.

Y no es ésta una observación trivial, pues el trozo de tela que pende del gaznate de hombres y mujeres desde tiempos remotos es mucho más que esa “servilleta bien incómoda” de la que habla el presidente uruguayo José Mujica. 

Ya en tiempos de la Revolución Francesa adquirió valor político y cuentan que en la mañana previa a la batalla de Waterloo, Napoleón decidió cambiar su habitual corbata negra, que adornó el cuello del general francés en las batallas de Lodi, Marengo, Austerlitz o Wagram, por otra blanca de lazo corredizo... con el resultado que todos conocemos.

El caso es que, en los últimos tiempos, el valor simbólico de la corbata se ha revitalizado debido al desprecio con el que es tratada por representantes de la “nueva política” europea. Éstos, como llamativo gesto de rebeldía, prefieren mostrar su pescuezo desnudo emergiendo de un mar de vistosos estampados, como en el caso de Varoufakis, o hacer flotar su nuez sobre el oleaje de la tela blanca de una camisa aventada por el torbellino revolucionario. Pero siempre liberados de lo que consideran un símbolo de humillada mansedumbre, que diría Antonio Muñoz Molina. 

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http://sabemosdigital.com/opinion/2747-la-trascendencia-politica-de-un-nudo-de-corbata