En medio del debate sobre los límites de la libertad de expresión surgido a raíz del asesinato de los dibujantes de la revista Charlie Hebdo y las últimas declaraciones del Papa Francisco, pasa desapercibido el caso de Raif Badawi.
Este bloguero y activista ha sido condenado a 10 años de prisión, así como a recibir 1.000 latigazos y al pago de un millón de riyales saudíes (alrededor de 266.600 dólares estadounidenses) de multa, por haber creado en Internet un foro de debate y por el cargo de insultar al islam.
La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha solicitado a las autoridades de Arabia Saudí que pongan fin a la aplicación de la condena a mil latigazos a la que fue sentenciado.
La condena a Raif estuvo relacionada con artículos escritos por él en
los que criticaba a las autoridades religiosas de Arabia Saudí, y con
escritos de otras personas publicados en su sitio web.
Como bloguero que, de momento, puede escribir en este espacio sin temor a recibir latigazos, toda mi solidaridad con Raif y os invito a firmar esta petición para la suspensión de la pena, puesta en marcha por Amnistía Internacional.