Este
cuadro de Alfonso
Fernández llegó a mí a través de Semíramis González, que compartió
la imagen en Twitter. La publico aquí porque, desconociendo las intenciones del
autor, del que nada sé, me parece que ilustra bien cómo se puede encontrar
una empresa que no apuesta por una gestión inteligente de la comunicación.

Por
ello este breve post no va dirigido a profesionales de la comunicación, sino a
directivos con otros perfiles que siguen preguntándose sobre la importancia y
la rentabilidad de dicha actividad en el seno de las organizaciones. Solo un
consejo para ellos: exploren en Twitter el “hashtag” #WPRF2014
que ha agrupado las conversaciones desarrolladas en el marco del congreso
mundial de comunicadores que se ha celebrado en Madrid.
Y luego observen a la mujer del cuadro y piensen que podría ser cualquiera de ustedes.