De todos es
sabido que las operadoras de telefonía, aparte
de invertir en redes o reducir
precios como pocos sectores a pesar del entorno
durísimo, son lo peor. Comen niños a la luz de la luna y sus directivos y
trabajadores somos adictos al Sálvame Deluxe. Vamos, que muy mal.
Viene esto a cuento del “mayor estudio de satisfacción de operadoras móviles
en España”, realizado por la web Kelisto.es,
en el que se concluye que “uno de cada
cinco españoles no está contento con el servicio que le proporciona su compañía
de telefonía móvil”. O lo que es lo mismo: 4 de cada cinco españoles está
contento, en distinto grado, con el servicio.
El
estudio dice que “
sólo el 16% de los españoles que posee al menos una línea de teléfono
móvil se siente “totalmente satisfecho” con el servicio y las tarifas que se le
ofrecen, mientras que el 64% se declara únicamente –¿únicamente?- “bastante
satisfecho”. Vamos, que un 80% de los
usuarios de telefonía móvil se encuentran totalmente o bastante satisfecho con
el servicio.
Los medios que se han hecho eco de este
estudio han seguido la línea marcada en la nota de
prensa sobre el mismo, con titulares como: “Un 19% de los clientes españoles de telefonía
móvil no está satisfecho con su operadora” o “1 de cada 3 españoles no confía
en su operadora de móvil”. Y está bien que se señalen los puntos de mejora, aunque creo que también sería bueno no ensombrecer siempre los logros.
Porque, en mi modesto entender, si se da validez a
las conclusiones de la encuesta, hay una gran noticia que se puede extraer de ella: Un 80% de los españoles están, más o
menos, satisfechos con algo. Quizás sean cosas mías pero a mí me parece que
este porcentaje de satisfacción sólo se podría conseguir hablando del tenista Rafa Nadal o de la selección española de fútbol. Quizás ni eso porque ya se sabe que Del Bosque es un blando y le va demasiado el toque de balón.
Y ya lo dejo, que me pierdo lo último de Belén Esteban y Kiko Matamoros.