Proyectémonos durante unos instantes hacia el futuro..
La
prensa ha reducido su difusión hasta convertirse en un artículo casi de lujo
destinado a élites. Mientras, su proyección online ofrece información genérica
gratuita (fueron inútiles los intentos de cobro) realizada por redacciones de
bajo coste. Frente al texto, lo audiovisual se impone como vía más eficaz para
lograr audiencias monetizables a través de la
publicidad.
La
información en televisión y radio ha perdido terreno frente a contenidos
triviales en los que estos soportes se apoyan para captar la declinante
inversión publicitaria que, por otro lado, es la única posibilidad que tienen
las empresas de aparecer en estos medios.
Mientras tanto, en internet la información fluye de forma torrencial a
través de las redes sociales y sólo algunos micromedios y líderes de opinión han
conseguido la credibilidad suficiente para ser reconocidos como filtros válidos
en un entorno cáotico, definitivamente móvil y
social.
Las
empresas han desviado su inversión publicitaria a la construcción de sus propias plataformas de creación y difusión de información, en los que equipos de redactores
trabajan para entornos multipantalla. Ofrecen contenidos relacionados con el
ecosistema que define los valores de cada marca en una dura competencia por
captar la atención y la adhesión de los internautas, todos ellos potenciales
clientes y prescriptores.
..y
ahora regresemos al presente, observemos la evolución de nuestro entorno y
pensemos que la proyección anterior es absurda. Sonriamos como si nada estuviera
pasando. Disfrutemos del café mientras dure, sin pensar en otros futuros
posibles.